Filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense. En 1894 en la Universidad de Chicago, se fraguó su interés por la educación. En 1900 asume la enseñanza del curso de Pedagogía en la Universidad de Nueva York, que estrenaba su Escuela de Pedagogía; el año 1904 renunció a su puesto como profesor.
Fue un hombre de acción, que aspiraba a la unificación de pensamiento y acción, de teoría y práctica. Defendió la igualdad de la mujer, incluyendo el derecho al voto. Fue cofundador, en 1929, de la Liga para una acción política independiente, fomentó el sindicalismo docente, alentó la ayuda a los intelectuales exiliados de los regímenes totalitarios. Dewey tuvo una gran influencia en el desarrollo del progresismo pedagógico, desempeñando un papel protagonista. Fue el pedagogo más original, renombrado e influyente de los Estados Unidos y uno de los educadores más perspicaces y geniales de la época contemporánea, influyendo en el curso de tres generaciones.
Para esta entrada se he realizado con anterioridad un pequeño trabajo de investigación. Nos centramos en el capítulo "Recursos innatos en la formación del pensamiento" del libro: Cómo pensamos: Nueva exposición de la relación entre el pensamiento reflexivo y proceso educativo, de este autor.
Este capitulo, como su nombre indica, trata de la formación el pensamiento. Abarca los mecanismos, recursos y los hábitos que desde niños utilizan las personas en el curso de su desarrollo. Centrándose sobre todo la curiosidad y las ideas (a lo que llama sugerencias). La curiosidad sería una tendencia presente en cualquier persona, pero muy especialmente en el niño y la niña, considerándola la base para encauzar la educación; pudiendo ser sofocada por la indiferencia o la rutina. Y como las llamadas sugerencias, habla de que inevitablemente, de manera continua e irrefrenable, se nos ocurren cosas. De ese modo las personas construimos infinidad de pensamientos hasta llegar a la reflexión.
A continuación detallaremos los párrafos que más nos han llamado la atención:
“La curiosidad se eleva por encima del nivel orgánico y del nivel social y se convierte enintelectual en la medida en que se transforma en interés gracias al descubrimiento de respuestas a preguntas que surgen del contacto directo con personas y con cosas. En lo que se ha llamado con justicia etapa «social», los niños se interesan a menudo más por el mero proceso de preguntar que por la respuesta que se les pueda dar. En todo case, ninguna pregunta determinada se mantiene durante mucho tiempo, sino que una sucede a la otra con tanta rapidez que ninguna tiene tiempo de desarrollarse para formar una cadena de pensamiento. La pregunta y La respuesta inmediatas liberan de la curiosidad”.
“Más de un niño, como ya se ha dicho, ha tratado de detener su «pensamiento», de parar el torrente de ideas que pasaba por su cabeza. Pero los «pensamientos», los de este tipo rudimentario e incontrolado, saltan a la existencia con tanta seguridad como «nuestros cuerpos sienten, donde quiera que se encuentren, contra nuestra voluntad o con su complicidad»”.
“Todo el mundo sabe que un objeto en movimiento atrapa y mantiene la atención mejor que un objeto en reposo, y que las partes más móviles del cuerpo tienen mayor capacidad para realizar deducciones táctiles que las más fijas. Pero en nombre de la disciplina y el buen orden, las condiciones escolares parecen a menudo acercarse lo más posible a la monotonía y la uniformidad. Los pupitres y las sillas están en posiciones fijas; se trata a los alumnos con precisión militar. Durante largos periodos se hojea una y otra vez el mismo libro de texto, en perjuicio de otras lecturas. Todos los temas son excluidos de la exposición, a excepción de los que vienen en el texto; tanto se enfatiza el «sistema» en la conducción de la exposición, que la espontaneidad queda excluida, y lo mismo ocurre con la novedad y la variedad”.
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